1
Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste; Te has airado; ¡vuélvete a nosotros!
2
Hiciste temblar la tierra, la has hendido; Sana sus roturas, porque titubea.
3
Has hecho ver a tu pueblo cosas duras; Nos hiciste beber vino de aturdimiento.
4
Has dado a los que te temen bandera Que alcen por causa de la verdad. Selah
5
Para que se libren tus amados, Salva con tu diestra, y óyeme.
6
Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré; Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
7
Mío es Galaad, y mío es Manasés; Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi legislador.
8
Moab, vasija para lavarme; Sobre Edom echaré mi calzado; Me regocijaré sobre Filistea.
9
¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará hasta Edom?
10
¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado, Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?
11
Danos socorro contra el enemigo, Porque vana es la ayuda de los hombres.
12
En Dios haremos proezas, Y él hollará a nuestros enemigos.