1
Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; Me oprime combatiéndome cada día.
2
Todo el día mis enemigos me pisotean; Porque muchos son los que pelean contra mí con soberbia.
3
En el día que temo, Yo en ti confío.
4
En Dios alabaré su palabra; En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
5
Todos los días ellos pervierten mi causa; Contra mí son todos sus pensamientos para mal.
6
Se reúnen, se esconden, Miran atentamente mis pasos, Como quienes acechan a mi alma.
7
Pésalos según su iniquidad, oh Dios, Y derriba en tu furor a los pueblos.
8
Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?
9
Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare; Esto sé, que Dios está por mí.
10
En Dios alabaré su palabra; En Jehová su palabra alabaré.
11
En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?
12
Sobre mí, oh Dios, están tus votos; Te tributaré alabanzas.
13
Porque has librado mi alma de la muerte, Y mis pies de caída, Para que ande delante de Dios En la luz de los que viven.