- ¡Salvarme!, ¿de qué, ...para qué?
Se preguntaba, ...me preguntaba , de manera irónica, insolente, ...soberbia.
Ocurre a menudo. Nos esforzamos por coger moneditas de céntimos, y despreciamos la mayor, y mejor riqueza para el hombre, que se nos ofrece de, y por GRACIA.
Te pregunto, ¿es tu caso, ...andas empeñado en efímeras, ...exiguas riquezas?.
-¿Quién puede abrir el entendimiento de un necio?
Permíteme leerte una historia feliz.
-¿Si?, será un momento, puedes seguir en tu tarea, pero atiende a la voz del Señor:
“Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.
Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.
Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado sanará.
Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos;
mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora”. (Mateo 8:5-13)
Déjame que te hable desde, al corazón. Yo también buscaba moneditas, pero CRISTO me enseño, y me enseña el mejor camino hacia la única libertad perpetua:
SU SANGRE, DERRAMADA EN NUESTRO FAVOR, PARA PERDÓN DE TODOS NUESTROS PECADOS.
¡ A ÉL, Y SÓLO A ÉL SEA LA GLORIA!