1
¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso? La misericordia de Dios es continua.
2
Agravios maquina tu lengua; Como navaja afilada hace engaño.
3
Amaste el mal más que el bien, La mentira más que la verdad. Selah
4
Has amado toda suerte de palabras perniciosas, Engañosa lengua.
5
Por tanto, Dios te destruirá para siempre; Te asolará y te arrancará de tu morada, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Selah
6
Verán los justos, y temerán; Se reirán de él, diciendo:
7
He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, Sino que confió en la multitud de sus riquezas, Y se mantuvo en su maldad.
8
Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.
9
Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así; Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.