Amo a Jehová, pues ha oído
Mi voz y mis súplicas;
Porque ha inclinado a mí su oído;
Por tanto, le invocaré en todos mis días.
Me rodearon ligaduras de muerte,
Me encontraron las angustias del Seol;
Angustia y dolor había yo hallado.
Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo:
Oh Jehová, libra ahora mi alma.
Clemente es Jehová, y justo;
Sí, misericordioso es nuestro Dios.
Jehová guarda a los sencillos;
Estaba yo postrado, y me salvó.
Vuelve, oh alma mía, a tu reposo,
Porque Jehová te ha hecho bien.
Pues tú has librado mi alma de la muerte,
Mis ojos de lágrimas,
Y mis pies de resbalar.
Andaré delante de Jehová
En la tierra de los vivientes.
Creí; por tanto hablé,
Estando afligido en gran manera.
Y dije en mi apresuramiento:
Todo hombre es mentiroso.
¿Qué pagaré a Jehová
Por todos sus beneficios para conmigo?
Tomaré la copa de la salvación,
E invocaré el nombre de Jehová.
Ahora pagaré mis votos a Jehová
Delante de todo su pueblo.
Estimada es a los ojos de Jehová
La muerte de sus santos.
Oh Jehová, ciertamente yo soy tu siervo,
Siervo tuyo soy, hijo de tu sierva;
Tú has roto mis prisiones.
Te ofreceré sacrificio de alabanza,
E invocaré el nombre de Jehová.
A Jehová pagaré ahora mis votos
Delante de todo su pueblo,
En los atrios de la casa de Jehová,
En medio de ti, oh Jerusalén.
Aleluya.
Salmos 116