6:8  Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.
6:9  Estas son las generaciones de Noé:  Noé,  varón justo,  era perfecto en sus generaciones;  con Dios caminó Noé.
6:10  Y engendró Noé tres hijos:  a Sem,  a Cam y a Jafet.
6:11  Y se corrompió la tierra delante de Dios,  y estaba la tierra llena de violencia.
6:12  Y miró Dios la tierra,  y he aquí que estaba corrompida;  porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
6:13  Dijo,  pues,  Dios a Noé:  He decidido el fin de todo ser,  porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos;  y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
6:14  Hazte un arca de madera de gofer;  harás aposentos en el arca,  y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.
6:15  Y de esta manera la harás:  de trescientos codos   la longitud del arca,  de cincuenta codos su anchura,  y de treinta codos su altura.
6:16  Una ventana harás al arca,  y la acabarás a un codo   de elevación por la parte de arriba;  y pondrás la puerta del arca a su lado;  y le harás piso bajo,  segundo y tercero.
6:17  Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra,  para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo;  todo lo que hay en la tierra morirá.
6:18  Mas estableceré mi pacto contigo,  y entrarás en el arca tú,  tus hijos,  tu mujer,  y las mujeres de tus hijos contigo.
6:19  Y de todo lo que vive,  de toda carne,  dos de cada especie meterás en el arca,  para que tengan vida contigo;  macho y hembra serán.
6:20  De las aves según su especie,  y de las bestias según su especie,  de todo reptil de la tierra según su especie,  dos de cada especie entrarán contigo,  para que tengan vida.
6:21  Y toma contigo de todo alimento que se come,  y almacénalo,  y servirá de sustento para ti y para ellos.
6:22  Y lo hizo así Noé;  hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.
7:1  Dijo luego Jehová a Noé:  Entra tú y toda tu casa en el arca;  porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.
7:2  De todo animal limpio tomarás siete parejas,  macho y su hembra;  mas de los animales que no son limpios,  una pareja,  el macho y su hembra.
7:3  También de las aves de los cielos,  siete parejas,  macho y hembra,  para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra.
7:4  Porque pasados aún siete días,  yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches;  y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice.
7:5  E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová.
7:6  Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra.
7:7  Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé al arca,  y con él sus hijos,  su mujer,  y las mujeres de sus hijos.
7:8  De los animales limpios,  y de los animales que no eran limpios,  y de las aves,  y de todo lo que se arrastra sobre la tierra,
7:9  de dos en dos entraron con Noé en el arca;  macho y hembra,  como mandó Dios a Noé.
7:10  Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.
7:11  El año seiscientos de la vida de Noé,  en el mes segundo,  a los diecisiete días del mes,  aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo,  y las cataratas de los cielos fueron abiertas,
7:12  y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.
7:13  En este mismo día entraron Noé,  y Sem,  Cam y Jafet hijos de Noé,  la mujer de Noé,  y las tres mujeres de sus hijos,  con él en el arca;
7:14  ellos,  y todos los animales silvestres según sus especies,  y todos los animales domesticados según sus especies,  y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie,  y toda ave según su especie,  y todo pájaro de toda especie.
7:15  Vinieron,  pues,  con Noé al arca,  de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida.
7:16  Y los que vinieron,  macho y hembra de toda carne vinieron,  como le había mandado Dios;  y Jehová le cerró la puerta.
7:17  Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra;  y las aguas crecieron,  y alzaron el arca,  y se elevó sobre la tierra.
7:18  Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra;  y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.
7:19  Y las aguas subieron mucho sobre la tierra;  y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos,  fueron cubiertos.
7:20  Quince codos   más alto subieron las aguas,  después que fueron cubiertos los montes.
7:21  Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra,  así de aves como de ganado y de bestias,  y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra,  y todo hombre.
7:22  Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices,  todo lo que había en la tierra,  murió.
7:23  Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra,  desde el hombre hasta la bestia,  los reptiles,  y las aves del cielo;  y fueron raídos de la tierra,  y quedó solamente Noé,  y los que con él estaban en el arca.
7:24  Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días.
8:1  Y se acordó Dios de Noé,  y de todos los animales,  y de todas las bestias que estaban con él en el arca;  e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra,  y disminuyeron las aguas.
8:2  Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos;  y la lluvia de los cielos fue detenida.
8:3  Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra;  y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.
8:4  Y reposó el arca en el mes séptimo,  a los diecisiete días del mes,  sobre los montes de Ararat.
8:5  Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo;  en el décimo,  al primero del mes,  se descubrieron las cimas de los montes.
8:6  Sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca que había hecho,
8:7  y envió un cuervo,  el cual salió,  y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra.
8:8  Envió también de sí una paloma,  para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.
8:9  Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie,  y volvió a él al arca,  porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra.  Entonces él extendió su mano,  y tomándola,  la hizo entrar consigo en el arca.
8:10  Esperó aún otros siete días,  y volvió a enviar la paloma fuera del arca.
8:11  Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde;  y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico;  y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.
8:12  Y esperó aún otros siete días,  y envió la paloma,  la cual no volvió ya más a él.
8:13  Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé,  en el mes primero,  el día primero del mes,  las aguas se secaron sobre la tierra;  y quitó Noé la cubierta del arca,  y miró,  y he aquí que la faz de la tierra estaba seca.
8:14  Y en el mes segundo,  a los veintisiete días del mes,  se secó la tierra.
8:15  Entonces habló Dios a Noé,  diciendo:
8:16  Sal del arca tú,  y tu mujer,  y tus hijos,  y las mujeres de tus hijos contigo.
8:17  Todos los animales que están contigo de toda carne,  de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra,  sacarás contigo;  y vayan por la tierra,  y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra.
8:18  Entonces salió Noé,  y sus hijos,  su mujer,  y las mujeres de sus hijos con él.
8:19  Todos los animales,  y todo reptil y toda ave,  todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies,  salieron del arca.
8:20  Y edificó Noé un altar a Jehová,  y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia,  y ofreció holocausto en el altar.
8:21  Y percibió Jehová olor grato;  y dijo Jehová en su corazón:  No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre;  porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud;  ni volveré más a destruir todo ser viviente,  como he hecho.
8:22  Mientras la tierra permanezca,  no cesarán la sementera y la siega,  el frío y el calor,  el verano y el invierno,  y el día y la noche.
9:1  Bendijo Dios a Noé y a sus hijos,  y les dijo:  Fructificad y multiplicaos,  y llenad la tierra.
9:2  El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra,  y sobre toda ave de los cielos,  en todo lo que se mueva sobre la tierra,  y en todos los peces del mar;  en vuestra mano son entregados.
9:3  Todo lo que se mueve y vive,  os será para mantenimiento:  así como las legumbres y plantas verdes,  os lo he dado todo.
9:4  Pero carne con su vida,  que es su sangre,  no comeréis.
9:5  Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas;  de mano de todo animal la demandaré,  y de mano del hombre;  de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.
9:6  El que derramare sangre de hombre,  por el hombre su sangre será derramada;  porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
9:7  Mas vosotros fructificad y multiplicaos;  procread abundantemente en la tierra,  y multiplicaos en ella.
9:8  Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él,  diciendo:
9:9  He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros,  y con vuestros descendientes después de vosotros;

9:10  y con todo ser viviente que está con vosotros;  aves,  animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros,  desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.
9:11  Estableceré mi pacto con vosotros,  y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio,  ni habrá más diluvio para destruir la tierra.
9:12  Y dijo Dios:  Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros,  por siglos perpetuos:
9:13  Mi arco he puesto en las nubes,  el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.
9:14  Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra,  se dejará ver entonces mi arco en las nubes.
9:15  Y me acordaré del pacto mío,  que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne;  y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne.
9:16  Estará el arco en las nubes,  y lo veré,  y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente,  con toda carne que hay sobre la tierra.
9:17  Dijo,  pues,  Dios a Noé:  Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.

 

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